Monday & Tuesday were what had become “normal, good days” visiting Amelia in the NICU. She continued to want to eat more, be more active, awake longer, the nurses saying that when we left she’d cry, all good things for a three week old who hadn’t been doing all those things when she was sick. They continued to have her on two antibiotics to get rid of the latest bacterial blood infection & we waited as patiently as possible, traveled back & forth from Jarabacoa, getting things ready at the house for the long-awaited coming-home day. Tuesday, August 7th was originally Amelia’s due date & now was the day that the took the blood sample to do the culture & see if bacteria was still present (a 24-hour process) after having been on the 2nd antibiotic for 72 hours. Wednesday we headed to the hospital, hoping & declaring (while still not confident) that this was the day we’d finally be able to head back up the mountain, all three of the Escalantes together. Wednesday morning, when we were let in for visiting hours, we prayed over our precious girl & then called the pediatrician. Still no results. The culture hadn’t been started until about 2pm on Tuesday… so we ate sandwiches in the waiting room & waited. At 2:30 the pediatrician came to talk to us. She approached with a smile on her face that we couldn’t quite read… either a smile of good news or one of those smiles that says, “I’m smiling because it will make it easier to hear what you don’t want to hear.” PTL, NO BACTERIA!!! They hadn’t done a general blood test for various days as to not be unnecessarily pricking Amelia, so that needed to be done to make sure that platelets, WBC & hemoglobin levels were ok, along with everything else. At 4:30 we received the confirmation call that everything was ok… hemoglobin levels still a little low (slight anemia), but that could be treated with iron & vitamins at home! The longest wait was for the billing department to have everything ready (here you have to pay everything in full before the patient can leave the hospital). Elizabeth got to change Amelia into clothes during visiting hours (the first time she had on more than a diaper & blanket in her 25 days of life) & then we got to wait, but with the purpose of going home!!! We arrived home in Jarabacoa at about 9:30pm. It feels so good to be able to take care of our little girl, hold her with no wires or IV, be at home & know that she’s on her way to 100% healthy (just need to get those hemoglobin levels up)!
As we were waiting with the other parents in the hallway before the last time to go into visiting hours, the Holy Spirit nudged Elizabeth (Leo was to the car getting the diaper bag) to testify to the other parents of God’s faithfulness even in the midst of what has been the hardest 25 days of our lives so far. These days have been full of so many mixed emotions, but it has been one of the greatest times of our lives, seeing God so clearly working all around us, in us & through us. We know what has helped hold our hands & heads up in the moments of discouragement & weariness (like when Moses had help keeping his hands raised for the people of Israel to have victory) has been the Church… our Family in the Faith. Thank you all, Brothers & Sisters for standing with us, encouraging us & praying. There is so much more power in prayer than we can imagine! We know we have years ahead of us as we seek to raise Amelia in the Truth in difficult days & we will all face more battles & difficult times as the second-coming of Jesus draws near… all the more reason to continue to stand together & help carry another’s burdens. May God bless each person who said even one prayer for our little girl in this fight for the beginning of her life! May His will be done in Amelia Grace’s life, in our lives as the Escalante family, and in the Family of the Faith, His Church, His Bride!
Lunes y martes fueron lo que se habían convertidos en “días normales y buenos” visitando a Amelia en Neo. Ella continuaba queriendo comer mas, siendo mas activa, despierta mas tiempo y las enfermeras nos dijeron que cuando teníamos que irnos ella lloraba buenos ratos después, todas cosas buenas por una bebé de tres semanas quien antes no había estado haciendo todo eso por estar enferma. Continuaron con dos antibióticos para eliminar la última infección sanguinea bacterial y esperamos lo mas pacientemente como fuera posible, viajando entre Jarabacoa y Santiago, alistando las cosas en la casa de noche por el muy esperado día de llevarla a casa. Martes el 7 de agosto fue la fecha probable original de Amelia nacer y ahora fue el día que tomaron la muestra para hacer el cultivo para ver si había bacteria presente (un proceso de 24 horas) después de haber estado con el segundo antibiótico por 72 horas. El miércoles salimos para el hospital, esperando y declarando (aun todavía no seguros) que era el día que por fin podríamos subir la montaña, los tres de la familia Escalante juntos. El miércoles en la mañana, cuando nos dejaron entrar para la hora de visita, oramos por nuestra niña preciosa y llamamos a la pediatra. Todavía no habían resultados. No comenzaron el cultivo hasta las 2pm el martes… así que comimos sandwiches en la sala de espera y esperamos. A las 2:30 la pediatra vino a hablar con nosotros. Se acercó con una sonrisa en la cara que no pudimos descifrar… o era una sonrisa de buenas noticias o una de esas que dice, “Me estoy sonriendo porque se hará más fácil recibir lo que no quieren escuchar.” ¡GAD, NO BACTERIA! No habían hecho hemograma normal hace varios días para no pullarla sin necesidad, así que tuvieron que hacerlo para asegurar que sus plaquetas, glóbulos blancos y hemoglobina estaban bien. A las 4:30 recibimos la llamada de confirmación que todo estaba bien… su hemoglobina estaba un poco bajito todavía (un poco de anemia), pero se podría tratar con hierro y vitaminas en casa. La espera más larga fue para que caja tuviera todo listo. Elizabeth pudo cambiar a Amelia, poniéndole algo mas que un pañal y una sábana en sus 25 días de vida y esperamos, pero con el propósito de ir a casa. Llegamos a Jarabacoa alrededor de las 9:30pm. Se siente tan bueno poder cuidar nuestra chiquita, cargarla sin alambres y suero, estar en casa y saber que estamos en camino a ella estar 100% sana (solo hay que subirle ese nivel de hemoglobinas).
Al estar esperando con los otros padres en el pasillo antes de entrar por la última vez a la hora de visita, el Espíritu Santo le tocó a Elizabeth (Leo estaba para el carro buscando el bulto de Amelia) a testificarles a los otros padres de la fidelidad de Dios aun en medio de lo que han habido los 25 días más dificiles de nuestras vidas hasta ahora. Estos días han estado repletos de emociones mixtas, pero ha sido uno de los mejores tiempos en nuestras vidas, viendo a Dios obrar tan claramente en nuestro alrededor, en nosotros y por medio de nosotros. Sabemos que lo que nos ha ayudado a mantener nuestras manos y cabezas en alto en los momentos de desanimo y cansancio (como cuando Moisés recibió ayuda en mantener sus manos levantadas para que el pueblo de Israel tuviera victoria) ha sido la Iglesia… nuestra Familia en la Fe. Gracias a todos, Hermanos y Hermanas, por permanecer con nosotros, animándonos y orando. ¡Hay mucho más poder en la oración de lo que podemos imaginar! Sabemos que tenemos muchos años por delante de desafío al buscar como criar a Amelia en la Verdad en días dificiles y todos enfrentaremos más batallas y momentos dificiles al acercar la segunda venida de Jesús… mucho más razón para permanecer juntos y ayudar a cargar el problema del prójimo. ¡Que Dios bendiga a cada persona que ha orado aun una sola vez por nuestra hijita en esta lucha por comenzar la vida! ¡Que se haga Su voluntad en la vida de Amelia Grace, en nuestras vidas como la Familia Escalante, y en la Familia de la Fe, Su Iglesia, Su Novia!
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